Sí, Obiang Lleva Mucho Tiempo Gobernando, Pero…

El liderazgo es una de las dimensiones más discutidas de la historia política africana. También es una de las más malinterpretadas. En el caso de Guinea Ecuatorial, la historia suele reducirse a caricaturas, titulares o narrativas externas elaboradas por quienes muchas veces saben poco de la realidad interna. Durante más de cuatro décadas, el presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo ha gobernado la nación, convirtiéndose en uno de los jefes de Estado más longevos del mundo. Ese solo hecho tiende a oscurecer todo lo demás: los críticos se concentran en los años en el poder sin detenerse a considerar la complejidad más profunda de lo que se ha construido, lo que aún permanece y lo que todavía debe transformarse.

World War News TV™

11/11/20255 min read

Sí, Obiang Lleva Mucho Tiempo Gobernando, Pero…

El liderazgo es una de las dimensiones más discutidas de la historia política africana. También es una de las más malinterpretadas. En el caso de Guinea Ecuatorial, la historia suele reducirse a caricaturas, titulares o narrativas externas elaboradas por quienes muchas veces saben poco de la realidad interna. Durante más de cuatro décadas, el presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo ha gobernado la nación, convirtiéndose en uno de los jefes de Estado más longevos del mundo. Ese solo hecho tiende a oscurecer todo lo demás: los críticos se concentran en los años en el poder sin detenerse a considerar la complejidad más profunda de lo que se ha construido, lo que aún permanece y lo que todavía debe transformarse.

Es fácil decir: “Obiang ha gobernado demasiado tiempo”. Eso es cierto. El tiempo, en la vida política, acumula su propio peso, y ningún líder debería sobrepasar las instituciones que estaba llamado a fortalecer. Pero la justicia exige otro ángulo: Guinea Ecuatorial hoy no es la misma que en 1979. Y esa transformación, para bien o para mal, está ligada a la era de Obiang. Reducir la historia a una sola narrativa de exceso o corrupción es perder la verdad que se encuentra en el medio — una verdad que los propios africanos, y particularmente el pueblo de Guinea Ecuatorial, deben articular más allá de las simplificaciones de los observadores internacionales.

La Revolución de la Infraestructura

No se puede hablar de Guinea Ecuatorial bajo Obiang sin mencionar el milagro de la infraestructura. Pocos países africanos de tamaño similar pueden reclamar lo que esta nación posee: una red de carreteras asfaltadas y autopistas que recorren toda la geografía nacional. De Malabo a Bata, de Ebebiyín a Mongomo, existen caminos donde antes solo había selva, barro y aislamiento.

En muchas naciones africanas, la excusa de la “falta de infraestructura” sigue paralizando el progreso. Pero en Guinea Ecuatorial se puede conducir de punta a punta sobre asfalto liso, a través de puentes modernos, túneles y tramos costeros antes inaccesibles. No es ilusión; es visible, tangible, indiscutible.

A las carreteras se suma la electricidad. Guinea Ecuatorial es uno de los pocos estados africanos donde existe suministro eléctrico permanente en toda la geografía nacional. Pueblos y aldeas que vivían en la oscuridad hoy disfrutan de luz estable. La electricidad no es un lujo en Guinea Ecuatorial; es una norma. En un continente donde millones siguen sin acceso, este logro es notable.

Sanidad, Educación y Urbanización

Más allá de las carreteras y la luz, los hospitales, escuelas y proyectos urbanos son símbolos de la era Obiang. Malabo y Bata ya no son las pequeñas ciudades de los años 80; se transforman en urbes con rascacielos modernos, puertos e aeropuertos internacionales. El gobierno ha invertido en hospitales equipados con tecnología avanzada, programas de formación médica y universidades.

No es perfecto. El acceso es desigual, y la calidad de los servicios varía por regiones. Pero el hecho sigue siendo claro: Guinea Ecuatorial no está congelada en el tiempo. Hay movimiento, hay cambio, hay desarrollo. Y eso no puede ignorarse.

La Sombra: Transparencia y Gestión de Recursos

Pero si una mano ha construido, la otra ha ocultado. Guinea Ecuatorial es rica en petróleo, gas y recursos naturales. Desde los años 90, los hidrocarburos transformaron el PIB nacional, convirtiéndolo en uno de los países más ricos de África en términos per cápita. Sin embargo, esa riqueza ha estado nublada por la opacidad.

Aquí se ubica la cuestión central:

  • ¿Dónde va el dinero de los recursos naturales?

  • ¿Quién lo controla?

  • ¿Cómo se distribuye?

  • ¿Por qué a menudo se parece más a una economía pirata o a un contrabando de Estado que a una gestión nacional?

Los críticos argumentan que la riqueza ha sido desviada a cuentas privadas, propiedades de lujo en el extranjero y estilos de vida extravagantes. Los defensores responden que esa es también la naturaleza de la política global: las petroleras occidentales, los bancos y los Estados han sido cómplices, extrayendo mucho más de lo que invirtieron en el pueblo.

La verdad está en medio. Sí, ha habido corrupción. Sí, ha habido opacidad. Pero la tragedia más profunda es que la falta de transparencia impide que el propio pueblo participe plenamente en su riqueza. El petróleo debería ser una bendición, no una maldición. El gas debería ser la base de la prosperidad colectiva, no un símbolo de desigualdad.

Un Nuevo Comienzo: Lo que Debe Cambiar

Si Guinea Ecuatorial quiere trascender su modelo actual, el cambio debe dirigirse hacia la transparencia, la rendición de cuentas y la sostenibilidad. No basta con construir carreteras y hospitales; el pueblo debe saber cómo se gestionan sus recursos. Deben confiar en que su riqueza se reinvierte en su futuro, no se oculta.

Esto no es solo economía. Es dignidad. Una nación que ha logrado tanto en infraestructura debe también alcanzar claridad en gobernanza. La misma energía que iluminó cada aldea debe iluminar cada transacción financiera. La misma voluntad que construyó autopistas debe erigir instituciones de rendición.

Un Juicio Equilibrado

Para ser justos: Obiang ha hecho algunas cosas muy bien.

  • Conectó la nación con infraestructura moderna.

  • Electrificó toda la geografía.

  • Construyó escuelas, hospitales, aeropuertos y ciudades.
    Estos no son logros menores; son históricos, especialmente en comparación con naciones de similar tamaño y riqueza que no han alcanzado lo mismo.

Pero la justicia también exige reconocer lo otro: la opacidad, la concentración de poder, la falta de una sucesión clara y la cuestión no resuelta de la distribución de la riqueza. Estas sombras siguen pesando sobre Guinea Ecuatorial y, si no se abordan, amenazan con borrar la luz de los logros.

La Última Palabra: África Debe Hablar su Propia Verdad

El discurso sobre Guinea Ecuatorial, como sobre gran parte de África, suele estar secuestrado por voces externas. Los medios occidentales, ONGs y centros de análisis producen informes que solo destacan corrupción, dictadura y abusos. Aunque estos problemas existen y no deben negarse, es igualmente injusto ignorar lo que se ha construido.

Los africanos deben aprender a hablar su verdad: la verdad completa, no fragmentos.
Sí, Obiang ha estado demasiado tiempo en el poder.
Sí, Guinea Ecuatorial debe cambiar, evolucionar y democratizarse.
Pero también sí: hay carreteras en todas partes. Hay electricidad permanente en toda la geografía. Hay infraestructura que muchos países africanos solo sueñan.

La tarea ahora no es borrar el legado de Obiang, sino transformarlo en cimiento. Las carreteras deben llevar a oportunidades. La electricidad debe alimentar innovación. La riqueza debe construir futuro. El tiempo ha llegado para pasar de la supervivencia y la opacidad a la prosperidad y la transparencia.

Conclusión

La historia nunca es blanco y negro. Son capas, contradicciones, sombras y luz.
Obiang Nguema Mbasogo ha gobernado Guinea Ecuatorial durante décadas. Demasiadas, quizá. Pero en esos años existen logros indiscutibles: conectividad, luz y modernidad. Y en esos mismos años existen fallos evidentes: opacidad, desigualdad y un sistema que a veces se parece más al contrabando que a la gobernanza.

El desafío ahora no es reescribir el pasado, sino reimaginar el futuro.
Un futuro donde los recursos de África no sean una economía pirata, sino la economía del pueblo.
Un futuro donde las carreteras no solo conecten aldeas, sino generaciones.
Un futuro donde la electricidad no solo ilumine hogares, sino posibilidades.

Sí, Obiang ha gobernado demasiado tiempo.
Pero sí, también ha hecho cosas muy bien.
Y es precisamente en esa tensión — entre la luz y la sombra — donde debe contarse la verdadera historia de Guinea Ecuatorial.

✍️ Por Javier Clemente Engonga Avomo™
Año 8325 | The United Africa Digital, Trade and Business Chamber™

✍️ Atentamente,

Javier Clemente Engonga™
Presidente – World War News TV™
CEO & Director Ejecutivo – República Digital de Guinea Ecuatorial™
📍 Malabo | London | www.worldwarnews.online